¿Y si dejas el mañana en manos de Dios?

 ¿Y si dejas el mañana en manos de Dios? ¿Estás ansioso por el futuro? ¿Te sientes preocupado por lo que puede pasar el día de mañana? ¿Sabías que afanarte por lo que no ha llegado te quita las fuerzas y te roba la paz? Si quieres profundizar en este tema te invito a leer la cápsula divina de hoy.  

"Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal." Mateo 6:34 

Planear para el día de mañana es tiempo bien invertido, pero afanarse por el mañana es tiempo perdido, aunque no es tan sencillo notar la diferencia. Planear es pensar con anticipación en metas, pasos y fechas, y confiar en la dirección de Dios, cuando se hace de forma correcta, el afán disminuye. 

En cambio, el que se afana se ve asaltado por el temor y se le hace díficil confiar en Dios, el que se afana deja que sus planes interfieran en su relación con Dios. ¿Eres de los que deja que el afán interfiera en tu relación con Dios? 

Cómo debe vivir alguien que confía en Dios

Mateo 6:34 muestra como Jesús en el Sermón del Monte, enseña acerca de cómo debe vivir alguien que confía en Dios. Antes de este versículo, ya  ha dicho: 

"Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" Mateo 6:33

¿Qué significa "afanarse"?

Afanarse es preocuparse de manera excesiva, al punto de perder la paz, la fe y el enfoque en Dios. es vivir con el corazón dividido entre el temor  y la fe, entre el presente y un futuro que aún no existe. 

El afán es una carga innecesaria. Dios nunca nos pide que llevemos el peso del mañana hoy. Dios dice: "Mi yugo es fácil y ligera mi carga" Mateo 11:30. Cuando dejamos que el afán nos domine, estamos cargando algo que no nos corresponde. 

Cada día tiene su propio desafío y su propia gracia

Cuando dice "basta a cada día su propio mal" no está diciendo que no vas a tener dificultades, sino que cada día trae lo suyo, y debemos vivirlo con atención y fe. Dios diariamente nos sustenta con su gracia, así como el maná en el desierto, caía cada día, no se podía guardar para el día siguiente. 

El afán roba la vida del presente

Si vives preocupado por lo que no ha llegado te estás limitando a disfrutar lo que Dios está haciendo por ti hoy. El enemigo quiere que vivas en ansiedad o en el pasado, lo que te alejará de Dios, porque la presencia de Dios se experimenta en el "hoy"

Si sientes que tienes mucho afán y ansiedad, pon tu confianza en Dios y ejercita tu fe al decir cada día diciendo: "Señor, confío en ti aunque no vea todo claro" "No tengo el control del mañana, pero sé que tú ya estás allí".

 ¡Pon tu vida en las manos de Dios!

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