Descubre un lugar seguro en tiempos de angustia


¿Conoces un lugar seguro en tiempos de angustia? ¿Eres de los que piensa que estás solo y desamparado? ¿Sabías que Dios es tu amparo y tu fortaleza? ¿Estás enfrentando momentos de angustia, dolor e incertidumbre y no encuentras salida a tus dificultades? Si quieres profundizar en este tema te invito a leer la cápsula divina de hoy. 💊

 Dios es nuestro amparo y fortaleza, 

 Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Salmos 46:1 [RV60]

 Refugio en medio de la tormenta

En la vida enfrentamos momentos de angustia, dolor e incertidumbre, donde muchas veces las fuerzas humanas no alcanzan, y las soluciones parecen estar fuera de control. Es en estos momentos cuando esta verdad resplandece con más fuerza.

Un amparo es un lugar seguro donde puedes refugiarte mientras pasa la tormenta, es el lugar ideal cuando aparece el miedo o la ansiedad; puedes correr a Dios y confiar que Él te cobija con su presencia. Dios no es solo un refugio, también es nuestra fortaleza. 

Él representa la fuerza que necesitamos para seguir adelante cuando sentimos que ya no tenemos fuerzas. Si lees detenidamente el texto dice: "nuestro pronto auxilio en las tribulaciones" Dios nunca llega tarde, puede que no veas la respuesta de Dios según tu reloj, pero siempre llega en el momento perfecto, con la respuesta que más conviene a nuestro corazón y propósito. 

Dios es nuestra fortaleza 

La fortaleza no solo habla de defensa, sino de poder interior. Cuando el corazón está quebrantado, la mente está agotada o las emociones están a flor de piel, no se trata de forzarnos a ser fuentes. Se trata de recibir la fuerza que proviene de Dios, que va más allá de lo emocional o físico.

Cuando Dios te fortalece no solo te ayuda a resistir, sino que te impulsa a seguir caminando, a seguir luchando con esperanza y a seguir creyendo. 

Pronto auxilio en las tribulaciones

Aquí no se describe a un Dios  indiferente o lejano, sino a un Dios presente y activo, que interviene con rapidez cuando el dolor llega. Esta ayuda no se retrasa ni es indiferente, aunque a veces no veas la respuesta de inmediato, el auxilio de Dios puede manifestarse en sabiduría, paz, provisión, dirección o incluso un silencio que moldea y ayuda a crecer.

El "pronto auxilio" no siempre es que el problema va a desaparecer, sino que Dios da lo necesario para atravesarlo sin que nos destruya. 

2  Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

Isaías 43:2 [RV60]

Si sientes que quieres huir del dolor, huye hacia Dios, en Él encuentras abrigo real, no soluciones ilusorias. Pídele fortaleza a Dios, no tienes que cargar solo lo que no puedes sostener.  

Busca primero a Dios, no lo dejes como último recurso. Él es el amparo constante, no la solución de emergencia. Dios está dispuesto a ayudarte y a sanar tu corazón, síguelo y Él te dará la paz que tanto necesitas.

Si este artículo fue de gran ayuda para tu vida, te invito a comentar, escribe lo que Dios ha hecho por ti, otras personas serán bendecidas  a través de tu testimonio.

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