¿Qué dice tu vida sobre tu amor a Cristo?
¿Has pensado qué dice tu vida sobre tu amor a Cristo?¿Sabes cuánto amas a Dios? ¿Sabes cómo se demuestra el amor genuino a Dios? Amar a Dios no es solo levantar las manos en adoración, sino vivir cada día de acuerdo a su voluntad. Si quieres profundizar en este tema, te invito a leer la cápsula divina de hoy. 💊
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Juan 14:15 [RV60]
El verdadero amor se expresa con hechos
En Juan 14:15, Jesús no está pidiendo un amor simplemente emocional o de palabras bonitas. Jesús dice claramente: "Si me amáis" y de una vez hace énfasis añadiendo: "guardad mis mandamientos". Lo que significa que el amor genuino hacia Jesucristo se demuestra con obediencia, no con simples sentimientos.
Como puedes ver, Jesús no separa el amor de la obediencia. Aunque muchas personas piensan que el amor se trata de emociones, Jesús aclara que el amor genuino se demuestra con hechos. Esta obediencia es la manifestación visible de un corazón que realmente ama a Dios.
Así como un hijo que demuestra que ama a su padre al honrarlo y seguir sus enseñanzas, nosotros como hijos de Dios, demostramos nuestro amor obedeciéndole. Puedes ver en Isaías 29:13
13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
Isaías 29:13 [RV60]
Obedecer a Dios no es una esclavitud, es una libertad
Los mandamientos de Dios no son cadenas que te atan, realmente son guías para vivir en libertad y plenitud. Estos mandamientos nos protegen del pecado, nos muestran su carácter, y nos permiten vivir conforme al diseño vivo.
"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" Juan 8:32
Obedecer a Cristo es caminar en la verdad que libera, no en la mentira que esclaviza.
¿Qué es amar y obedecer a Jesús?
Cuando dices: "Señor, te amo", también estás diciendo: "Señor, me rindo a tu voluntad". Amar a Jesús significa que mi voluntad se somete a la suya. Esto significa que ya no vivo para agradarme a mi mismo, sino para agradarle a Él.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20 [RV60]
Claro está, esto es un proceso de transformación diario, guiado por el Espíritu Santo.
Si sueles decir "amo a Jesús" pero sientes que es una frase vacía en tu vida, es momento que comiences a respaldar esta frase y que lleves una vida que refleje su carácter, busque su voluntad y respete su Palabra. Ten en cuenta que la obediencia no es una carga, es una respuesta de amor.
Cada vez que tomamos la decisión de obedecer a Jesús, estamos diciendo: Te amo, Señor, más que mi deseo, más que a mi orgullo, más que al mundo.
¡Jesús se manifestará en ti en el momento que te dispongas a obedecerle!
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