Descubre cómo contrarrestar las asechanzas del diablo


 ¿Sabes cómo contrarrestar las asechanzas del diablo? ¿Sabes contra quién es tu verdadera lucha? Si quieres profundizar en este tema te invito a leer la cápsula divina de hoy.

10  Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

11  Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Cuando el apóstol Pablo escribió esta carta a los efesios, sabía que los creyentes  enfrentarían una lucha constante, no solo contra dificultades visibles, sino contra fuerzas espirituales que buscaban debilitarlos, confundirlos y alejarlos de la voluntad de Dios. Por eso, inicia con un mandato claro:

 "Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza"

Así que, nuestras fuerzas no provienen de nosotros mismos, de nuestra experiencia o habilidades, depende completamente del poder de Dios. Él es quien nos renueva, capacita y sostiene.

¿Con qué debes vestirte? 

El apóstol Pablo llama a vestirse con la armadura de Dios, un símbolo de preparación espiritual. ¿Qué significa vestirse con la armadura de Dios? Si quieres vestirte con la armadura de Dios debes cubrirte con la verdad, la justicia, la fe, la Palabra de Dios y la oración constante.


¿Hay un enemigo real? 

Un creyente que vive en comunión con Dios está consciente de que hay un enemigo real, este es el diablo, cuyas “asechanzas” engaños, tentaciones, trampas buscan hacerlo caer.

12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 

Efesios 6:12

Si te sientes desanimado y te quieres dar por vencido este es un buen día para comenzar de nuevo y tomar la armadura de Dios. Además de seguir paso a paso las siguientes recomendaciones:

  • La oración diaria te ayudará a fortalecer tu vida espiritual.
  • Lee la Palabra de Dios diariamente, ella es tu espada, tu guía y tu defensa.
  • Pídele al Espíritu Santo que te dé discernimiento  para reconocer muchas luchas tienen una raíz espiritual.
  • Actúa con fe creyendo que Dios pelea por ti, no te quedes pasivo.
Así que, toma la armadura de Dios y pelea la buena batalla, recuerda que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. 

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