Descubre qué palabras no deben salir de tu boca

¿Sabes qué palabras no deben salir de tu boca? ¿Sabías que las palabras son como semillas, con ellas puedes dar frutos de bendición o de destrucción? ¿Has pensado qué tanto edifican las palabras que hablas en tu casa, trabajo, colegio o redes sociales? ¿Te consideras una voz de aliento o una fuente de crítica destructiva? Si quieres profundizar en este tema te invito a leer la cápsula divina de hoy. 💊

29  Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

 Efesios 4:29 [RV60]

En este pasaje el apóstol Pablo nos exhorta a cuidar lo que decimos. No es solo evitar decir groserías o insultos, sino de hablar con intención, amor o propósito. 

Hoy día, mucha gente se expresa y dice cosas sin pensar en el otro, ya sea por redes sociales, chismes, bromas pesadas o comentarios hirientes. Lo hacen sin pensar en qué tanto perjudica a la otra persona las palabras.

Nuestras palabras deben ser herramientas de edificación que animan, construyen, levantan y corrigen con sabiduría. 

¿Qué es una palabra corrompida? 

En el original griego la palabra corrompida se refiere a algo podrido, dañado o sin valor. Es como una fruta podrida que puede contaminar todo lo que rodea, una palabra corrompida puede dañar corazones, ambientes, relaciones y nuestra comunión con Dios.

Las palabras corrompidas pueden verse reflejadas en:

  • Burlas.
  • Chismes.
  • Críticas destructivas.
  • Malas palabras o lenguaje vulgar
  • Palabras llenas de enojo, desprecio o sarcasmo.
Muchas de estas formas de hablar han sido normalizadas por nuestra cultura. Esta forma de hablar se confunde con "ser sinceros", "decir las cosas como son" o "tener un carácter fuerte". El llamado que Dios nos hace a través del apóstol Pablo es a hablar con propósito divino.

Dios nos llama a edificar


La Biblia no sólo dice "evitar lo malo" sino que también dice sustituye lo malo por lo bueno. Esto significa que nuestras palabras deben ser de edificación, esto es:

  • Levantar a quien está caído.
  • Corregir con amor a quién se equivoca.
  • Sanar a quien ha sido herido por otras palabras.
  • Inspirar al que ha perdido la fe.
21  No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
 
Romanos 12:21 [RV60]

Cuando tus palabras edifican, tu voz se convierte en una extensión de la voz de Dios. 


Ejemplos de cómo se ve en la práctica el uso de las palabras


Un niño en casa que escucha constantemente: "Eres un desastre. Nunca haces nada bien". Estas palabras marcarán por años su identidad.

En cambio, un padre que le dice: "Sé que a veces fallas, pero tú puedes. Estoy aquí para ayudarte". Son palabras que le dan confianza, fuerza y dirección.

Si notas, en ambas situaciones las palabras no solo comunicaron algo, sino que sembraron algo. 

Cuida tus palabras


La enseñanza de Santiago 3:5-6 es un llamado a cuidar nuestra boca, dice que la lengua es un fuego, pequeña pero capaz de incendiar bosques enteros. 

5  Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
 
6  Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
 

Santiago 3:5-7 [RV60]


No puedes dominarla con voluntad humana, debes tener un corazón lleno del Espíritu Santo. Jesús dijo en Mateo 12:34.

34  ¡Generación de víboras!¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
 
Mateo 12:34 [RV60]

Así que, no se trata de hablar bonito, sino ser transformado desde adentro. Si hay amor, verdad y humildad en tu corazón tus palabras lo reflejarán de forma natural. 

Si crees que esta palabra edificó tu vida, te invito a compartir con otros, estarás ayudando a otras personas a edificar su vida.

¡Que tus palabras sea siempre de bendición para otros!

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