Aun en la multitud, Jesús te ve y te responde
¿Sabías que aun en la multitud, Jesús te ve y te responde? ¿Alguna vez has pensado si tu adoración ha tocado el corazón de Dios? ¿Te gustaría saber qué pasa si logras tocar al menos el borde del manto de Jesús? ¿Te gustaría saber lo hermoso que es estar en la presencia de Dios? Si quieres profundizar en este tema te invito a leer la cápsula divina. 💊
21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.
Mateo 9:21-22 [RV60]
Nota: Mateo 9:18-26
Si lees a partir de Mateo 9:18 puedes ver que ocurren dos milagros, el de la hija de Jairo y el de la mujer que tocó el manto de Jesús. La mujer del flujo de sangre estaba enferma desde hacía doce años, se le acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de su manto. Me imagino con toda la multitud alrededor de Jesús no fue fácil tocar el borde de su manto, sin embargo, ¡lo logró!. Esto se llama fe, la fe nos lleva a esforzarnos por lograr lo que queremos.
Y tú, ¿te has esforzado por tan siquiera tocar el borde del manto de Jesús? Aunque para esta mujer no fue nada fácil ya que sufría de una hemorragía, tal vez se trataba de un desorden menstrual, se esforzó y tuvo fe que Jesús haría un milagro en ella. Si estás atravesando momentos de desesperación no te preocupes por la forma que te acercas a Dios, así como esta mujer, sólo debes esforzarte por entrar a la presencia de Dios y Él te responderá.
Dios puede cambiar tu situación
Así como Dios cambió la situación de esta mujer, quien se enfrentó por doce años con esta enfermedad y rechazada así como el leproso y el hombre poseído por el demonio, así esta mujer era considerada inmunda. Durante 12 años había sido una de las intocables y no llevaba una vida normal. Pero Jesús operó el cambio y la restauró.
Quizás te has visto tentado a rendirte porque has visto que han pasado muchos años y las personas o las circunstancias no cambian, pero hoy te digo que si logras tocar el borde del manto de Jesús tu situación que parece incambiable será restaurada, tendrás una vida nueva y esperanza en Cristo Jesús.
La fe activa el poder de Dios
Observa que la mujer no necesitó que Jesús le hablara o hiciera un acto especial, simplemente ella creyó en su corazón que si tan solo tocara el borde de su manto sería sanada. Su fe genuina fue lo que la llevó a recibir su milagro.
Jesús conoce quienes lo buscan con fe
Aunque Jesús tenía una multitud que lo rodeaba, Él sintió que alguien con fe lo había tocado. Esto nos recuerda que Dios ve el corazón de cada persona y responde a quienes lo buscan con fe. Acércate a Jesús con fe y Él escuchará tu oración, no solo eso, también la responderá.
Aunque todo parezca perdido acércate a Jesús así como esta mujer, ten fe, Dios puede traer solución. Esta mujer no solo fue sana, sino que también fue salva. Así que, no se trata de una acción externa sino también de la convicción interna de que Dios tiene el poder y el anhelo de ayudarnos.
¡Ve y toca el manto de Jesús!
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