¿Por qué algunas personas cambian y otras siguen igual?

 ¿Sabes por qué algunas personas cambian y otras siguen igual? ¿Alguna vez has leído la Palabra de Dios? ¿Alguien te ha hablado de Jesucristo? o tú, ¿Le has hablado a alguien de Jesús? Si quieres conocer más acerca de este tema te invito a que leas la cápsula divina de hoy. 💊

Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar.

 2  Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa.

 3  Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.

Mateo 13:1-3 [RV60]

          Nota: Te invito a leer Mateo 13: 1-9 

Jesús usaba muchas ilustraciones para que las personas comprendieran el mensaje, por ello, comparaba lo conocido con lo desconocido. Explicar a través de parábolas permitía que muchas personas descubrieran la verdad y al mismo tiempo la ocultaba para aquellos que eran muy tercos para verlas.  

¿Cómo está tu corazón para recibir la Palabra de Dios? Jesús enseña a través de esta parábola la condición de una persona cuando recibe la Palabra de Dios. El corazón representa el terreno donde es depositada la semilla, que es la Palabra de Dios. 

Escuchas la Palabra pero la olvidas rápidamente, mira dónde cayó tu semilla

Si escuchas la Palabra de Dios, pero no la comprendes ni la aceptas, entonces el enemigo la arrebató antes de que diera fruto. Esta semilla se encuentra junto al camino, porque eres indiferente a la Palabra de Dios o estás muy distraído con las cosas de este mundo. En resumen, la Palabra que un día escuchaste no dio fruto porque tu corazón se ha mantenido cerrado para comprender y vivir la Palabra.

19  Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

Mateo 13:19 [RV60]

Aceptaste la Palabra con entusiasmo, pero abandonaste la fe

Si recibiste con gran entusiasmo la Palabra de Dios, pero llegaron las preocupaciones y abandonaste la fe, entonces tu semilla cayó entre pedregales. Esto significa que tu fe no es profunda, y la semilla no desarrolló raíces profundas. 

La semilla que cae entre pedregales, es el que oye la Palabra, y la recibe con gozo, pero no tiene raíz en sí, así que es de corta duración. Lo que ocurre, es que, sí comenzaste a seguir a Dios con gozo, pero llegaron los problemas y te alejaste.

20  Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;

21  pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.

Mateo 13:20-21 [RV60]

Dejaste que las preocupaciones y placeres del mundo te ahogaran

¿Recibiste la Palabra de Dios, pero las preocupaciones de la vida y los deseos del mundo te ahogaron? Esto ocurre con la semilla que cae entre espinos, en lugar de crecer, se sofoca por la búsqueda del éxito, placer o el miedo al futuro. 

Sucede que quieres buscar a Dios, pero las distracciones de este mundo o el materialismo te impiden comprometerte completamente con Dios.

22  El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

Mateo 13:22 [RV60]

Oyes, entiendes y obedeces la Palabra de Dios

Si eres de los que escucha la Palabra de Dios y quieres obedecerla con entrega y compromiso, pero además quieres que otros experimenten lo que estás viviendo, entonces la semilla cayó en buena tierra, esa tierra representa tu corazón, esto significa que darás fruto, crecerás espiritualmente en buenas obras y serás un multiplicador del evangelio de Jesucristo. 

23  Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno. 

Mateo 13:23 [RV60]

Y tú, ¿Qué tipo de tierra eres hoy? ¿Cómo reaccionas ante la Palabra de Dios? Hoy Jesús te desafía a abrir tu corazón para dejar que caiga la semilla y transformarlo.

 ¡Tú puedes ser buena tierra para recibir la Palabra de Dios y dar fruto a ciento, a sesenta, y a treinta por uno!